viernes, 14 de octubre de 2011

Grandes bandas, o como sobrevivir a tu propio estilo.



Los que empezamos a estar "creciditos" a menudo vamos viendo como aquellos grupos que no dejábamos de cantar en nuestra pubertad aterrorizando a nuestras madres, aquellos de los cuales nos disfrazabamos dando rienda suelta a nuestra rebeldía y como forma encubierta de transgresión, nos han ido dejando retazos de que en este mundillo llamado música se hace cada vez mas difícil vivir de las rentas.
 
El 29 de Septiembre la mítica banda de Georgia, REM (Rapid Eye Movement),anunciaron su retirada tras 31 años de historia, 6 discos de oro y 22 discos de platino. Se dice pronto. Yo cuento con 29 primaveras, y discos como "Out of time" o "Automatic for the people", marcaron mucho mis gustos a principios de los 90. Canciones como "Losing my religion", "Shinny happy people" o ·The sidewinder sleeps tonite" suponen un antes y un después para la gente de nuestra generación y la de nuestros primos o hermanos mayores; ofreciendonos fantásticas melodias,asombrosa capacidad para alternar baladas con canciones rápidas y alegres, letras cargadas de una elegante ironia en las que se da cabida a todo tipo de sensaciones, todo ello aderezado con la personal voz del enigmático Michael Stipe.






Mirar hacia atrás a veces es más necesario de lo que parece y toda banda, por buena que sea, corre el riesgo de estancarse, normalmente, tras dos o tres discos muy buenos. La música, como todo arte que se precie, no aporta fuentes de creación inagotables; eso queda al alcance de los genios y andamos cortos de lámparas que frotar. En ocasiones es necesario pensar si lo sensato es seguir el mismo camino que tanto éxito les aportó (corriendo el riesgo de estancarte) o tomar nuevas direcciones. Creo que, tras probar nuevos y, en ocasiones, bizarros caminos y seguir manteniendonos expectantes con singles mediante el sistema de "riego por goteo" su decisión es acertada, nunca al cien por cien, pero válida en definitiva.



Recuerdo aquel directo en Murcia, Septiembre del 2008, en el cual se dedicaron a tocar un tema infumable tras otro y finalmente reventaron la Plaza de Toros con las cinco últimas canciones, sus grandes clásicos, eso me llevo a dos conclusiones: Es el estilo lo que te acaba dando esa añorada brillantez; la segunda es que la sensación de pasar el trámite, perfectamente comprensible (¡¡31 años trabajando juntos!!), me llevó a la conclusión de que existía un profundo hastío en los componentes del grupo. 

 
 A menudo vemos ejemplos mas recientes, como es el caso de los británicos Coldplay que, tras tres primeros discos excelentes, postulándose como los nuevos reyes del pop con canciones para la posteridad como "Don´t panic", "Clocks" o "Fix you" parecen meterse en caminos mas inexplicables, siendo incluso acusados de plagio como en el caso de su nueva versión de "Ritmo de la noche" (Every tear drop is a waterfall), que tanta sorpresa ha causado.




No es cuestión de héroes o villanos sino más bien de jugársela y tener el suficiente sentido como para elegir el camino correcto, la lectura positiva viene a ser que esas canciones que tanto nos han gustado y nos gustarán quedan ahí para la posteridad. De todas formas, siempre permanece el componente subjetivo y, afortunadamente, aquí no hay barreras; no todo lo que a uno le guste tiene por qué ser lo mejor, si no que me lo digan a mi que soy del Atleti.

En cualquier caso, lo mínimo que se debe hacer es dar las gracias a grupos como REM y mis mejores deseos para el futuro más proximo. No lo olvideis, lo más importante es el estilo y hay que tenerlo hasta para decir adios.